miércoles, 5 de mayo de 2010

Volver a mapear la mente: terapia cognitiva para traders (2/5)

(Nota: Este artículo se corresponde al material adicional del Capítulo 6 del libro El entrenador de trading, del Dr. Steenbarger).

El perfeccionismo: el saboteador oculto


 

Tony no creció en un hogar violento y abusivo. De hecho, sus padres le querían y le proporcionaron seguridad emocional y financiera. Ambos padres, al venir de entornos modestos, estaban decididos a proporcionar a su familia con las comodidades materiales que ellos nunca disfrutaron. Trabajaron duro y les inculcaron una cultura del logro. Mientras crecía, Tony siempre fue un buen estudiante y recibió elogios por sus logros académicos y atléticos. Sus padres fueron estrictos con él y le exigieron que dedicase mucho tiempo por la noche a sus deberes. Esto, no obstante, dio sus frutos y Tony pudo asistir a una universidad y a una escuela de negocios muy competitivas.


 

A pesar de sus logros, Tony frecuentemente era infeliz. A menudo sentía que no estaba a la altura de las expectativas de sus padres. En secreto, dudaba que pudiese estar a la altura del ejemplo de su padre. Incluso cuando conseguía algo en el colegio o en el campo de fútbol, temía que luego no daría la talla. Decidido a hacerlo lo mejor posible, se forzaba a sí mismo sin piedad. Era más estricto consigo mismo de lo que sus padres lo fueron nunca.


 

Tony desarrolló un interés en el trading durante su máster en la escuela de negocios. Tuvo éxito al principio en un mercado alcista y vio el trading como un medio para conseguir sus elevadas metas financieras. Al poco de probar con el trading a tiempo completo, no obstante, Tony se encontró con que sus patrones emocionales interferían con su operativa. A pesar de haber desarrollado un sistema de trading que había testeado cuidadosamente tanto a nivel histórico como en tiempo real sin dinero, Tony repetidamente se saltaba el sistema, realizando a veces operaciones con una baja probabilidad y no tomando a veces señales válidas. En tales ocasiones, se reprendía a sí mismo y se sentía como un fracasado. Incluso cuando las operaciones iban bien, cuestionaba sus decisiones. Tal vez debería haber operado con una posición mayor, tal vez debería haber operado sobre el contrato más volátil y rentable.


 

De los esquemas que traemos al trading, los perfeccionistas son algunos de los más corrosivos. Los esquemas depresivos ("No valgo nada") y de ansiedad ("Algo malo me va a ocurrir") son obviamente negativos y tienen dolorosas consecuencias emocionales. Los esquemas perfeccionistas, no obstante, se camuflan como virtudes. Tony estaba orgulloso de sus altos estándares y de su motivación por el logro. Mientras que esos esquemas estuviesen operando, nunca se aceptaría a sí mismo. De hecho, muchas de las peores pérdidas de Tony ocurrieron tras aumentar el tamaño de sus posiciones tras una racha de operaciones ganadoras consecutivas. Los beneficios no eran suficientes, así que tenía que arriesgar más. Cuando la pérdida inevitable se produjo, eliminó buena parte de los beneficios anteriores.


 

En mi libro La psicología del trading, cuento la historia de un bar de Kansas que hace tiempo frecuenté. Un cartel de neón en la ventana prometía "Mañana cerveza gratis". Cuando los clientes volvían al día siguiente, no obstante, el dueño del bar les informaba de que la cerveza gratis era mañana. No hace falta que les diga que a nadie le dieron nunca cerveza gratis en ese bar.


 

El lema del perfeccionista bien podría ser: "Mañana autoestima". "Si tan sólo fuese un poco mejor" sugiere el lema, "entonces estaría bien". Cuando es un poco mejor, no obstante – cuando ha conseguido un nuevo máximo en su curva de capital, un beneficio en el mercado, lo que sea – el sentimiento subyacente de no ser lo suficientemente bueno persiste. Tony creía que nunca estaría a la altura de su padre y eso afectaba a su evaluación de sí mismo. Aunque él creía que estaba motivado por el logro, en realidad estaba motivado por un molesto sentimiento de inferioridad. Como los clientes del bar, seguía volviendo, tan sólo para descubrir que la promesa de la autoestima se posponía un día más.
Traducido del original: "Remapping the Mind: Cognitive Therapy for Traders", de la recopilación de artículos del Dr. Steenbarger en www.brettsteenbarger.com/articles.htm

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