Muchos programas (informáticos) algorítmicos que operan activamente aprovechan estas tendencias vendiendo fortaleza y comprando debilidad. Si se imagina cientos de ordenadores, cada uno programado para vender con órdenes limitadas en los máximos de X pérdidas y comprar con órdenes limitadas en los mínimos de X periodos – y si se imagina X como una variable escalable en distintos marcos temporales – se hace una idea de lo que mueve los mercados en los marcos temporales más pequeños cuando los traders discrecionales de las instituciones no están activos.
Los traders pueden beneficiarse pensando como los ordenadores.
Esta mañana perforamos los mínimos de la sesión nocturna en los futuros del S&P, pero las empresas de baja capitalización no estaban estableciendo nuevos mínimos; tampoco otros activos de riesgo.
Si sólo miraba el índice S&P, habría querido vender y capturar la ruptura a la baja.
Si pensaba como un ordenador, habría estado comprando con una orden limitada y se habría beneficiado del movimiento de vuelta al precio medio en un entorno lateral.
Buena parte del éxito en la operativa a corto plazo viene de hacer lo que no nos sale de forma natural.
Traducido del original: Thinking Like the Computers
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