viernes, 9 de abril de 2010

Definir unos objetivos de precios efectivos con los datos del día anterior

En mi reciente artículo, recalqué que cada idea de trading que incluye riesgo y recompensa necesariamente asume tanto una dirección de mercado como una cierta volatilidad. Los traders se encuentran con problemas cuando aciertan en la dirección del mercado, pero o bien infravaloran la volatilidad (y se dejan beneficios potenciales en la mesa) o se pasan (y ven cómo las operaciones ganadoras se dan la vuelta y a menudo se convierten en perdedoras).

Así que, ¿cómo definir unos objetivos de beneficios eficaces que tengan una probabilidad razonable y conocida de alcanzarse?

El mismo mercado nos proporciona algunos objetivos valiosos.

Retrocediendo hasta finales del 2002 en el índice S&P 500 (SPY), por ejemplo, descubrimos que tan sólo el 12% de los días son días interiores. Las probabilidades de que hoy el mercado perfore el máximo o el mínimo de ayer son bastante buenas. Si abrimos en algún lugar dentro del rango de trading de ayer, podemos utilizar entonces nuestras lecturas de cómo evoluciona la dirección del mercado (comportamiento de los sectores, relaciones entre mercados, sentimiento inversor) para calcular las probabilidades de alcanzar uno de esos niveles de precios antes que el otro.

La ventaja de utilizar los datos de ayer para enmarcar los objetivos de beneficios de hoy es que estamos permitiendo que sea la volatilidad más reciente la que guíe nuestras expectativas sobre la volatilidad de hoy. Podemos entonces actualizar el volumen relativo de hoy a medida que se mueve el mercado para modificar esas expectativas según sea necesario.

Por ejemplo, si definimos el precio medio de ayer simplemente como la media del máximo y mínimo de ayer, descubrimos que, desde finales del 2002, hemos tocado hoy el precio medio de ayer aproximadamente el 60% de las veces. Es una información útil para esas ocasiones en las que abrimos por encima o por debajo del precio medio de ayer, pero no podemos mantener las compras o las ventas. Podemos entonces fijar como objetivo una vuelta al precio medio del día anterior porque no podemos mantener el valor más alto (o más bajo).

Curiosamente, las estadísticas son parecidas para los datos semanales, por lo que podemos esperar que la operativa de esta semana perfore el máximo o mínimo de la semana anterior y podemos esperar una alta proporción de ocasiones en las que la operativa de la semana actual toque el precio medio de la semana pasada. Esto puede resultar útil al definir objetivos para las operaciones a medio plazo.

Las probabilidades de exceder los máximos o los mínimos son aún mayores cuando enmarcamos los máximos y mínimos nocturnos como objetivos iniciales para los contratos de futuros. Bastante más del 90% de los días perforan el máximo o el mínimo de la sesión nocturna, por lo que cuando abrimos dentro del rango nocturno, una buena operación inicial es buscar uno de esos niveles cuando vemos evidencia de un sesgo direccional en la operativa de ese día.

La belleza de esto es que, al utilizar estos niveles, automáticamente ajustamos nuestras asunciones de volatilidad en base a cómo ha operado el mercado más recientemente.

En mi siguiente artículo vernos cómo podemos desarrollar esto aún más.

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