El trading es más difuso que la fabricación, pero creo que, aun con todo, vernos como fábricas de beneficios puede resultarnos útil. Tomamos ciertos elementos de entrada – los datos que recopilamos, la investigación que realizamos, la preparación para los días de mercado – y los transformamos en resultados medidos en beneficios y pérdidas. En la medida en la que somos consistentes en nuestras “mejores prácticas”, podemos maximizar la rentabilidad y minimizar nuestros propios defectos.
Lo veo en mi propia operativa, así como en la de los traders con los que trabajo: el proceso es demasiado difuso, demasiado expuesto a elementos aleatorios y subjetivos. Nos vemos influidos por algo que oímos o leímos; nos obcecamos tanto en una idea que nos perdemos datos de mercado importantes. Lo peor de todo, producimos un defecto tras otro y continuamos con la cadena de ensamblaje del trading.
No puede ajustar y reforzar sus procesos si no sabe cuáles son. Sólo reflexionando sobre su mejor operativa y diseccionando sus mejores decisiones puede entender cómo hace lo que hace cuando mejor lo hace.
En próximos artículos, desarrollaré mi propio proceso de trading, tanto para mi propio desarrollo como para ayudar a otros. Mi objetivo en esto no es proporcionar una plantilla de cómo operar; cada trader debe desarrollar su propio método. El objetivo es ilustrar y promover cómo una mejora continua de la calidad también puede aplicarse a algo tan difuso y subjetivo como el trading.
Traducido del original: Continuous Quality Improvement in Trading: The Value of Elaborating Your Trading Process
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