jueves, 21 de enero de 2010

Cómo volverse un trader más consistente

“¿Cómo he podido operar tan mal?” me preguntaba un trader recientemente. Al examinar su rendimiento, se sorprendió al ver que había cometido los errores más básicos, típicos de los principiantes.

“Estaba preparado; sabía que quería comprar si los mínimos aguantaban. ¿Por qué he vendido en vez de comprar?”

Algo de lo que el trader no se daba cuenta es que se preparó para la sesión de trading en un estado mental, pero luego operaba en un estado bien distinto. Lo que sabía en un estado mental se le escapaba de la cabeza una vez que su estado cambiaba.

Aunque hablamos del “yo” y percibimos el mundo de una manera continua, en realidad nuestra experiencia consiste de una serie de estados distintos. Nos enfrentamos al mundo de una forma cuando nos sentimos con energías y aprovechamos una serie de pensamientos y comportamientos. Cuando nos aburrimos nos enfrentamos al mundo de una forma bien distinta, tenemos pensamientos muy distintos y nos comportamos de forma distinta.

Esto nos afecta a todos: hasta cierto punto tenemos “múltiples personalidades”. Soy un tipo de padre cuando estoy feliz y tranquilo, pero otro bien distinto cuando estoy frustrado. Los pensamientos y sentimientos que experimento cuando estoy solo paseando por un bosque son bien distintos de los que tengo cuando estoy en un atasco o gestionando una operación.

Como explico en mi libro Mejorar el rendimiento de los traders:

“El hecho de que experimentemos continuidad en el yo y que aún así podamos estar tan fragmentados es la fuente de muchas de nuestras dificultades emocionales – y de la mayoría de los problemas que nos encontramos en el trading. Debido a nuestro sentido de continuidad, nos identificamos con los estados en los que estamos; cada uno, creemos es un reflejo de la realidad. Simplemente el yo subconsciente – nuestra idea de quiénes somos – es más fuerte que el yo consciente – nuestra capacidad de guiar deliberadamente nuestras acciones. En la medida en que estamos divididos, no tenemos un verdadero libre albedrío. Estamos a la merced del entorno y de los acontecimientos y de lo que estos desencadenan en nosotros” (p. 184).

Entonces, ¿cómo aumentamos nuestra unidad, nuestra capacidad de mantener nuestras intenciones?

Una técnica poderosa es visualizar las acciones que queramos realizar mientras evocamos el estado emocional en el que probablemente nos vayamos a encontrar en ese momento.

En otras palabras, si queremos mejorar nuestra consistencia a la hora de respetar los stops, deberíamos practicar mentalmente aceptar que nos salte el stop mientras imaginamos vívidamente que el mercado se mueve en nuestra contra, evocando todos los pensamientos y sentimientos asociados a estar en una operación perdedora.

Si queremos aumentar el tamaño de nuestras operaciones, deberíamos practicar mentalmente operar con más contratos, mientras evocamos todos los pensamientos y sentimientos de incertidumbre asociados con asumir más riesgo.

Hablar tranquilamente sobre cómo lidiará con el estrés no le ayuda cuando está en medio de la acción. Tiene que evocar la presión y entonces practicar cómo lidiará con la misma.

Es increíble lo consistente que se puede volver si simplemente practica sus habilidades en el estado físico y mental en el que se encontrará a la hora de la verdad.

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