lunes, 8 de marzo de 2010

Utilizar las emociones negativas para conseguir metas positivas

Hace tiempo, escribí un importante artículo sobre uno de los mayores factores de motivación para realizar cambios personales: el asco. Tendemos a cambiar, no cuando queremos, sino cuando lo necesitamos.

Algunas de las pérdidas más amargas en los mercados pueden ser también algunas de las mejores motivaciones para cambiar. Cuando ha cometido un error el suficiente número de veces y ha pagado un alto precio cada vez, antes o después no querrá volver a cometer ese error nunca jamás. No es disciplina; es el asco el que evita que vuelva a cometer los mismos errores.

Los psicoanalistas entendieron esto hace tiempo: no sólo promueven tomar conciencia de patrones subconscientes que repetimos; también nos llaman la atención sobre el coste de esos patrones. Cuando no mantenemos el cambio, a menudo es porque no estamos conectados emocionalmente a la necesidad de ese cambio. Muchas personas utilizan la visualización como técnica para practicar los comportamientos deseados. Igual de poderosa es la visualización que nos hace ver de una forma más clara las consecuencias de los comportamientos negativos: es difícil caer en un patrón que nos asquea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario