lunes, 7 de diciembre de 2009

La hipótesis del bienestar: un marco de referencia para abordar la frustración y la falta de disciplina en el trading

El primer artículo de esta serie destacó el vínculo entre la frustración y la pérdida de la disciplina en el trading. Dicho de otra forma, los fallos en la disciplina tienden a depender de nuestro estado: entramos en un estado de frustración, enfado, confusión o desánimo y eso altera cómo procesamos y actuamos en base a esa información. Una de las formas principales en las que esos estados alteran la toma de decisiones es interfiriendo con las pistas que proporcionan a un trader experimentado su “tacto” del mercado. Uno de mis mejores artículos describe en detalla cómo ocurre esto.

Hay muchas técnicas psicológicas para atajar la frustración, desde técnicas cognitivas para cambiar nuestros pensamientos a métodos conductuales de relajación. Idealmente, no obstante, el objetivo de un trader debería ser prevenir la frustración antes de que se produzca.

Esto nos lleva a lo que llamo la “hipótesis del bienestar”. (Véase este artículo para una presentación detallada del bienestar emocional y de sus componentes). La hipótesis es que la frustración tiende a ocurrir en una situación de disminución del bienestar. Es decir, si generalmente estamos felices y satisfechos en la vida, los acontecimientos normales que interfieran con nuestras metas no los experimentaremos como grandes frustraciones. Es sólo cuando ese bienestar está relativamente ausente que las frustraciones normales de la vida se convierten en el centro de nuestras emociones.

Las relaciones son un buen ejemplo. Un matrimonio feliz puede capear la frustración de un desacuerdo o conflicto ocasional. Puedo recordar muchos desacuerdos en mi propio matrimonio, pero no puedo recordar una sola vez de gritos, discusiones o peleas. Los desacuerdos se producen en un entorno general de buena voluntad y de comprensión. Si careciésemos del bienestar que viene de unos valores comunes, de unas experiencias compartidas y de un vínculo emocional, sería muy fácil que esas frustraciones se acumulasen y aumentasen.

De forma parecida, cuando estoy teniendo un buen día y todo parece salirme bien, verme atrapado en un atasco no es más que una pequeña molestia. Pongo la música en el coche y aprovecho la espera. Si ha sido un día en el que nada ha salido bien, no obstante, el atasco es la gota que colma el vaso, haciendo que me ponga a resoplar y a quejarme durante la espera.

Las personas felices y satisfechas, de media, no se frustran hasta el punto en que la frustración domina su pensamiento y comportamiento. De hecho, para una persona razonablemente realizada, algo de estrés puede contribuir al bienestar a la larga.

Si la hipótesis del bienestar es correcta, entonces una buena forma de prevenir la frustración – y que ésta altere nuestra operativa – es maximizar la experiencia emocional positiva. Dicho de otra forma, el problema con la disciplina bien puede ser una cuestión de una falta de experiencia positiva en el trading tanto como de la presencia de experiencias negativas. En vez de intentar eliminar las frustraciones – probablemente una tarea imposible – necesitamos encontrar formas de mantener el bienestar durante los periodos más difíciles en el mercado.

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