Cuando los traders ven suficientes ejemplos de oferta y demanda, desarrollan un “tacto” de los mercados que es resultado del aprendizaje implícito. Invariablemente, los traders a muy corto plazo (los scalpers) con los que he trabajado no pueden verbalizar sus reglas para las entradas y salidas. Reaccionan a lo que ven, tras haber visto desarrollarse esos patrones miles de veces en el pasado.
Esto es por lo que muchos operadores intradía con experiencia animan a los principiantes a no pensar demasiado en los mercados. No es anti-intelectualismo; simplemente se dan cuenta de que el pensamiento explícito puede interferir con el acceso a patrones registrados implícitamente.
Cuando los traders personalizan su operativa – cuando vinculan su auto-estima con sus resultados – pierden acceso a esa conciencia implícita. En esos momentos, ya no se trata de los patrones del mercado; se trata del trader. Una mala operativa no es necesariamente una operativa emocional; al fin y al cabo, es una especie de sensación la que alerta a los traders sobre lo que saben. Más bien, la mala operativa comienza con las ataduras: a nuestras ideas, a los resultados de trading, a la reputación, a tener razón. Una vez que nos vemos encadenados a lo que nos pueden dar los mercados, dejamos de ser receptivos a lo que sabemos implícitamente. En ese momento, ya no estamos pensando en los patrones, estamos reaccionando a nuestros deseos y necesidades sin pensar.
Esto es en lo que muchos consejos de auto-ayuda y de entrenamiento de trading se equivocan. No se trata de pensar más positivamente sobre uno mismo; se trata de eliminarse a uno mismo de la ecuación del rendimiento en el trading. No podemos acceder a lo que sabemos implícitamente cuando estamos bloqueados en un patrón ciego de pensamiento explícito. Permanecer sin ataduras con respecto a los resultados de nuestras acciones cuando estamos rodeados de un riesgo y recompensa enormes: esto es por lo que el trading es a la vez un desafío tan desconcertante y noble.
Traducido del original: Implicit Learning and the Unattached Mind
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