La idea es que al estar el mercado tan revuelto no se pueden seguir las tendencias; no obstante, eso no es del todo cierto. Los mercados revueltos impiden la operativa de *momento*: comprar los máximos y vender los mínimos con la expectativa de que el momento persistirá. A uno puede irle bastante bien siguiendo un movimiento de mercado utilizando la barrida a contratendencia como una oportunidad: comprar la debilidad en un mercado fuerte y vendiendo la fuerza en un mercado descendente.
Cuanto más corto sea el marco temporal del trader, mayor será la proporción de los beneficios y pérdidas que dependan de una buena ejecución. Dos traders pueden tener la misma idea para ponerse largos de acciones: uno compra los nuevos máximos, mientras que el otro espera a una corrección y consigue un mejor precio. Con el tiempo, esa ventaja en la ejecución termina siendo importante.
Los mercados revueltos no tienen por qué ser una amenaza: la clave es permanecer fuera de esos vaivenes operando en un marco temporal superior y dándose cuenta de que el movimiento en contra de la tendencia global puede presentar una oportunidad, en vez de una amenaza.
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