Entre los traders, a los que les ha ido bien en la reciente bajada en el mercado han estado aquellos que han sido selectivos en su exposición al riesgo, han seguido los movimientos del mercado a corto plazo, han limitado su riesgo por las noches y han ajustado las posiciones tácticamente para ajustarse a unas condiciones volátiles. Se han centrado en ganar dinero – y en limitar la pérdida de capital. Se han dado prisa en reconocer cuándo se han equivocado, saltándoles a veces el stop una, dos, tres veces antes de capturar finalmente el movimiento de mercado previsto.
Los traders que han tenido un peor rendimiento son los que han sido tozudos. Tienen una visión inflexible del mercado y se han aferrado a esas perspectivas, incluso cuando los mercados se han movido en su contra. Convencidos de que los mercados ya deberían haberse dado la vuelta, han sufrido grandes pérdidas a medida que la debilidad ha llevado a una mayor debilidad. Han estado más preocupados por tener razón que por ganar dinero; han sido reacios a aceptar sus stops, esperando en cambio que los mercados validen sus opiniones.
Curiosamente, estoy viendo la misma dinámica entre los inversores individuales. Algunos han realizado ajustes proactivos a sus carteras para reducir el riesgo, incluyendo reducir su exposición a inversiones vulnerables (valores financieros, acciones preferentes, bonos de alto rendimiento); algunos también están revisando sus perspectivas del futuro financiero, buscando temas y sectores que se beneficien en un entorno económico distinto (empresas que generan caja y que dependan menos de la financiación; empresas que apelen a la relación calidad-precio en vez de al lujo; rendimientos seguros entre bonos a buen precio). Otros inversores están bloqueados, inmersos en la esperanza de que “esto se va a recuperar”. Me recuerdan a los inversores tras el boom de internet, cuando aturdidos por pérdidas del 50% en sus carteras, insistían en que el suelo estaba ahí mismo. Tristemente, muchas de esas acciones descendieron más del 75% antes de ver un suelo duradero en el mercado – y muchas de esas empresas nunca sobrevivieron a la bajada.
Ésta es una de las paradojas del trading y la inversión: necesita una visión clara para arriesgar su dinero y necesita persistir con esa visión para aguantar sus posiciones ganadoras. A la vez, no puede casarse con esas visiones; necesita revistar rápidamente e incluso abandonar sus perspectivas para limitar las pérdidas. Podemos operar e invertir para satisfacer las necesidades de nuestro ego, o podemos operar e invertir para ganar dinero: a la larga, no podemos hacer ambas cosas. Hace falta un ego fuerte para formular y actuar según nuestras ideas; hace falta un ego aún mayor para abandonar esas ideas cuando no se confirman.
Traducido del original: The Need To Be Right Versus The Need To Make Money
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