Hay buenos argumentos para utilizar el método del cuestionario para evaluar la personalidad. Los cuestionarios son fáciles de realizar y puntuar. También hay mediciones estándar muy fiables y válidas de los rasgos psicológicos en los libros de psicología, tal y como el NEO PI-R, (en inglés) basado en el trabajo de Costa y McCrae. Varias investigaciones de la London Business School (en inglés) han descubierto que los rasgos de personalidad – incluyendo el exceso de confianza y la búsqueda de sensaciones – tienen un grado de asociación importante con los resultados de trading. Esto se corresponde con mis propias observaciones, más informales, de que un nivel alto de neuroticismo, combinado con la búsqueda de sensaciones y la inconstancia, se corresponde a unos resultados de trading malos.
No obstante, el enfoque de los cuestionarios tiene varios puntos débiles en potencia. En primer lugar y sobre todo, no está del todo claro qué porcentaje de la varianza en los resultados de trading en el mundo real se debe a los rasgos de personalidad descritos por uno mismo. Mi investigación con el equipo de Andrew Lo en el MIT (en inglés) no encontró ninguna correlación importante en una muestra de traders. Tampoco está claro que el conjunto total de traders sea homogéneo, con un único conjunto de rasgos óptimos de personalidad. Al igual que en la Medicina se suelen asociar distintos tipos de personalidad con distintas especialidades – psiquiatría frente a cirugía frente a radiología – bien podría ser que distintos patrones de personalidad correspondan a creadores de mercado frente a gestores de carteras frente a traders de sistemas informáticos.
Igual de problemático resulta el hecho de que los cuestionarios suelen ser directos; para los que lo rellenan las respuestas “correctas” resultan obvias. Esto hace que sea fácil manipular los resultados, particularmente en un test de aptitud para un trabajo en el que los que realizan el test darán las respuestas socialmente más deseables (en inglés).
Por estos motivos, puede que valga la pena complementar la utilización de cuestionarios con datos psicométricos (en inglés). Como indica David Norman, del Illinois Institute of Technology, podemos aprender acerca de los traders evaluando su operativa, al igual que podemos aprender acerca de la operativa preguntando a los traders. El programa Trader DNA (en inglés) del Dr. Norman es un esfuerzo para recopilar datos sobre las operaciones de un trader, para que éste pueda identificar los patrones de su operativa que resultan rentables y los que no.
Habiendo utilizado este enfoque en mi propio trabajo con traders, me gustaría proponer que los datos psicométricos de un trader pueden desvelar aspectos importantes de su personalidad que resultan útiles para complementar la información obtenida de los cuestionarios:
- Frecuencia de trading. Creo que esto es una manifestación de la necesidad de estímulos por parte del trader y de una tendencia hacia la búsqueda de sensaciones. El trader que necesita/desea participar activamente en el mercado (es decir, el trader intradía) muestra unas necesidades de estimulación distintas de la del inversor a largo plazo.
- Tamaño de las posiciones en relación al tamaño de la cuenta. Ésta es una medida directa del apetito por el riesgo.
- Tamaño medio de las operaciones perdedoras frente a las operaciones ganadoras. Esto evalúa la prudencia del trader a la hora de gestionar el riesgo. Los traders con pérdidas ocasionales muy grandes muestran una falta de control sobre el riesgo.
- Número de posiciones simultáneas y de estrategias distintas que se utilizan. Esto es una medida de la complejidad conductual, que a su vez se ha descubierto está relacionada con un mayor rendimiento (en inglés) en varios entornos laborales. Tal complejidad puede también ofrecer una cierta medida de protección frente a cambios en el mercado.
Los datos psicométricos del trader permiten compensar varias de las deficiencias de los cuestionarios de personalidad. El ordenador las registra automáticamente y no es necesario que las administre o interprete un psicólogo. Representan datos objetivos y observables que no dependen de un sesgo subjetivo en su interpretación. Estos datos no pueden ser ocultos o disimulados por los traders.
Lo más importante, no obstante, es que los datos psicométricos del trader permiten una evaluación basada en el proceso. Podemos ver cómo cambian los patrones de trading a lo largo de distintas condiciones de mercado, en distintos mercados y con estrategias distintas. Las investigaciones de MacCrimmon y otros, por ejemplo, descubrieron que la asunción de riesgos tiene un componente situacional muy fuerte: hay personas que asumen mucho riesgo en una situación (en su vida personal, por ejemplo), pero que son reacias al riesgo en otras situaciones (en su economía). Los datos psicométricos ven la personalidad tal y como se manifiesta en el contexto específico del trading. Podemos detectar la personalidad que tiene el trader mientras opera. Esto hace que estos datos sean un buen complemento a otras mediciones de la personalidad más genéricas.
Finalmente, una ventaja de los datos psicométricos es que pueden ser recopilados por los mismos traders y que pueden utilizarlos directamente para identificar patrones de éxito y fracaso. Por ejemplo, los traders pueden hacer un seguimiento de su operativa y ver si se vuelven más o menos reacios al riesgo a medida que los mercados se vuelven más volátiles; si se vuelven más prudentes con el tiempo, etc. En este sentido, los datos psicométricos del trader son una herramienta tanto de evaluación como de aprendizaje.
Su personalidad afecta a su trading, pero su trading también refleja su personalidad. Un enfoque de evaluación equilibrado observa al trader desde ambos ángulos, identificando elementos de rendimiento asociados con la persona y la situación de trading.
Traducido del original: Assessing Trader Personality: The Role of Trader Psychometrics
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