Las técnicas conceptuales específicas que utilizamos (análisis técnico, profundidad de mercado, modelos históricos, perfil de mercado, etc.) nos ayudan a formular nuestras ideas de trading. Ciertas técnicas pueden ser más o menos útiles en el contexto de mercados y marcos temporales particulares; el aspecto más importante de un marco conceptual es que tiene sentido para el que lo utiliza y genera decisiones de trading fiables y válidas.
Al final, no obstante, toda idea de trading direccional se reduce a una proposición muy simple: “Llegaremos a este precio antes de que lleguemos a aquel otro precio”. En otras palabras, estamos apostando que la acción, el contrato de futuros, o el fondo llegarán a un objetivo de nivel de precios antes de llegar al nivel de nuestro stop que nos dice que nos hemos equivocado.
Si vemos la lógica del trading de esta forma tan simple, podemos ver tres fuentes de “ventaja” en la operativa:
- Acertar más veces de las que nos equivocamos. En otras palabras, somos buenos generando hipótesis prometedoras. Aquí la habilidad principal es prever los movimientos del mercado. Nuestros métodos para leer la oferta y la demanda en los mercados son tan buenos que somos precisos en valorar la dirección.
- Ganamos más cuando acertamos de lo que perdemos cuando nos equivocamos en una posición. Puede que no acertemos más veces de las que nos equivocamos, pero somos buenos en formular hipótesis con un ratio de rentabilidad sobre riesgo favorable. Es decir, ganaremos más dinero si acertamos que si nos equivocamos porque hay una asimetría entre la pérdida que asumiremos si nos salta el stop y la ganancia que conseguiremos si llegamos a nuestro objetivo de beneficios. Aquí la habilidad clave es la ejecución: entrar en las posiciones con unos precios tan buenos que la recompensa/riesgo está en nuestro favor.
- Operamos posiciones más grandes cuando acertamos que cuando nos equivocamos. Puede que no acertemos más a menudo de lo que nos equivocamos y puede que tengamos un cierto equilibrio entre el riesgo y la recompensa. No obstante, si somos buenos identificando cuándo estamos acertando a medida que progresa la operación, entonces podemos aumentar de tamaño la posición cuando acertamos y mantener el tamaño de la operación pequeño cuando no. Aquí la habilidad importante es gestionar el tamaño de la posición: añadir a las operaciones ganadoras y mantener las pérdidas modestas.
Cuando desglosamos las fuentes de ventaja de esta manera, se hace posible preguntar: ¿en qué aspecto es usted más competente y en cuál puede hacer las mayores mejoras?
Mi experiencia es que demasiados operadores noveles van a por la primera opción – intentar acertar la mayoría de las veces – cuando de hecho la mayoría de los operadores rentables recaen en las dos últimas categorías (y a menudo en ambas). Puede que la ejecución y el ajuste del tamaño de las posiciones no ofrezcan al ego la recompensa de tener razón y de ser más listo que el mercado, pero representan un tipo de razonamiento que es esencial para el éxito, independientemente del mercado, estrategia o marco temporal con el que uno opere. Las implicaciones para entrenarse a sí mismo son profundas: este otro artículo muestra muchos de los errores que cometen los traders como resultado de una lógica de trading defectuosa.
Traducido del original: Trading Logic and Trading Edge: Accuracy, Execution, and Position Sizing
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