Lo que hace al trading tan interesante es que estas probabilidades cambian dinámicamente: a medida que los mercados se mueven, también lo hacen las probabilidades de alcanzar esos puntos de referencia. Es la incapacidad de los participantes en el mercado para actualizar sus perspectivas en base a los sucesos más recientes la que crea una importante fuente de ventaja de trading a corto plazo.
Cuando se compara a la bolsa con los juegos de azar, lo que se insinúa es generalmente negativo: que los traders son poco más que gente que lanza los dados esperando dar un pelotazo. Pero los juegos de azar tienen la otra cara de la moneda, tipificada por el contador de cartas. El contador de cartas, o pelete, cuando recibe una mano es consciente de las probabilidades de ganar con esas cartas en concreto. El pelete también sigue qué cartas ya se han repartido, actualizando dinámicamente las probabilidades de que salgan nuevas cartas favorables para su jugada. Es este conocimiento de las probabilidades – y la habilidad de actualizarlas en tiempo real – que hace que se prohíba la entrada en muchos casinos a los que cuentan las cartas.
El mercado de ayer es como una mano de cartas que se nos ha repartido. A continuación, por la noche el mercado nos da otra carta. En la apertura, el mercado nos da otra carta. Todo el rato, las nuevas cartas mejoran o no las probabilidades de que alcancemos los objetivos de precios a medida que avanza el día.
Como esta analogía deja claro, una fuente importante de ventaja en el trading viene de la decisión de cuándo no operar. Al igual que el jugador de póker profesional pasará muchas manos cuando las probabilidades son desfavorables, perdiendo una pequeña cantidad para preservar la oportunidad de apostar fuerte cuando las circunstancias sean más favorables, el trader profesional no necesita operar. En vez de eso, el trader apuesta cuando las probabilidades de ganar mejoran.
Este enfoque de trading da el mismo valor a la salida – el objetivo de precio – que a la entrada. Sí, es importante obtener un precio de entrada lo mejor posible, pero es saber cuáles son las probabilidades de alcanzar esos precios de referencia lo que al final define lo que es una buena idea de trading si está operando como un contador de cartas. Al controlar el tamaño de la apuesta – no apostándolo todo a una idea y arriesgándose a la ruina – y al salir tan pronto como dejen de estar las probabilidades a su favor, permite que las probabilidades trabajen a su favor.
Observe que esto supone una forma totalmente distinta de considerar los stop-loss. Un nivel de stop-loss no se define por cuánto está dispuesto a perder. Más bien, se define como el punto en el que las probabilidades dejan de estar a su favor. El jugador de póker si saca una carta que no mejora su jugada se plantará al poco: la actualización de las probabilidades le dice que pare. Pero si ya de entrada no sabe cuáles son las probabilidades, es difícil mantener las posiciones hasta que se alcancen los objetivos y es difícil saber cuándo y dónde dejar de jugar.
Todos los días el mercado nos ofrece jugar unas cuantas manos. Para ganar el torneo del trading, jugamos muchas, muchas manos. La consistencia – conocer y seguir las probabilidades – distingue al jugador profesional del tipo enganchado a las tragaperras. Tal vez no sea tan diferente en los mercados.
Traducido del original: Trade Like a Card Counter
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