Recientemente, un lector me consultó acerca de un problema que estaba teniendo con el “miedo a dejar escapar” oportunidades. Parece ser que se anticipa a sus señales, iniciando las operaciones antes de tiempo. Este miedo a que se le escapen las oportunidades ha dañado su rendimiento, ya que ha arriesgado su capital durante periodos en los que había pocas oportunidades.
Cuando menos, el miedo a que no se llegue a producir una señal tiene como resultado una mala ejecución. En vez de comprar en las correcciones o vender en los rebotes, el trader persigue el mercado al alza o a la baja. Esos pocos ticks que se pierden normalmente en cada operación acaban suponiendo al cabo del tiempo un coste de oportunidad considerable.
Trato el miedo a perder oportunidades en mi nuevo libro. Parte del libro está dedicada a los problemas más comunes de la psicología del trading y a cómo tratarlos utilizando métodos psicodinámicos, cognitivos, conductuales y centrados en soluciones. De momento, permítame que me centre en un aspecto de este miedo: el miedo a uno mismo.
Digamos que pierde una oportunidad de oro en el trading. ¿Qué ocurre? El miedo es una respuesta a un peligro percibido. ¿Dónde está el peligro? ¿Cuál es la amenaza?
Muy, muy a menudo la consecuencia de lo que se percibe como una oportunidad perdida es un ataque de pensamientos de enfado con uno mismo. Tras perderse la “estupenda” oportunidad, el trader empieza a culparse a sí mismo y a machacarse mezclando un sentimiento de culpa con una hostilidad hacia él mismo. “¿Cómo he podido ser tan estúpido?” y “¡Mira cuánto dinero habrías ganado!” son algunos de los reproches habituales.
Es en este contexto en el que el miedo a dejar escapar una oportunidad se convierte en realidad en el miedo a desencadenar nuestro propio proceso de pensamiento negativo.
Admitámoslo: siempre perdemos oportunidades en potencia. Si no mantiene las posiciones por la noche, pierde posibles oportunidades. Si no opera con su tamaño de posición máxima, pierde oportunidad en potencia. El trader razonable sabe que no se trata de aprovechar cada posibilidad imaginable: eso sería imposible. Más bien, se trata de limitar su riesgo, al tiempo que aprovecha las mejores oportunidades.
Pero si el resultado de perderse algunas operaciones va a ser una avalancha de auto-crítica, el peligro no es el riesgo financiero, sino el riesgo de sentirse peor acerca de usted mismo.
Si no tiene un proceso mental negativo y auto-crítico, no hay nada que temer al perder una oportunidad. Siempre nos perdemos algunos ticks en los máximos y mínimos; siempre estamos lejos de la pantalla cuando ocurre algo. No, no se trata de los mercados. La mayoría de las veces, el miedo a dejar escapar una oportunidad es el miedo a despreciarse a uno mismo. Algunos artículos en mi blog, así como el capítulo sobre técnicas cognitivas en mi libro sobre mejora del rendimiento de los traders deberían ser útiles para tratar este problema.
Traducido del original: The Fear of Missing is the Fear of Dissing
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